¿Un genio en potencia? El inglés Hibiki Kono, de solo 13 años, siempre quiso ser como el Hombre Araña. Y finalmente lo logró: para la clase de tecnología desarrolló un dispositivo para subir por las paredes, con dos aspiradoras de 1.400 W, una mochila y planchas de madera.
El adolescente inglés Hibiki Kono muestra su invento de Hombre Araña, para la clase de tecnología (en inglés)
A Hibiki Kono le han bastado dos aspiradores para hacer realidad su sueño. Quería ser como Spiderman y lo ha conseguido utilizando la tecnología. Inspirándose en un artilugio que vio en un programa de ciencia de la BBC el año pasado, el chico, de 13 años, ha diseñado su propio aparato para subir por las paredes.
Lo probó hace unos días en el King's College de Cambridge, donde estudia, ante la atónita mirada de sus compañeros, que habían optado por invenciones mucho más sencillas para la clase de tecnología.
"Quería hacer algo diferente y lo diseñé yo mismo", declaraba el chico hace unos días ante varios medios británicos. Le bastaron dos aspiradores de 1400 watios, una mochila y dos planchas de madera para lograrlo. _
A Hibiki Kono le han bastado dos aspiradores para hacer realidad su sueño. Quería ser como Spiderman y lo ha conseguido utilizando la tecnología. Inspirándose en un artilugio que vio en un programa de ciencia de la BBC el año pasado, el chico, de 13 años, ha diseñado su propio aparato para subir por las paredes.
Lo probó hace unos días en el King's College de Cambridge, donde estudia, ante la atónita mirada de sus compañeros, que habían optado por invenciones mucho más sencillas para la clase de tecnología.
"Quería hacer algo diferente y lo diseñé yo mismo", declaraba el chico hace unos días ante varios medios británicos. Le bastaron dos aspiradores de 1400 watios, una mochila y dos planchas de madera para lograrlo. _
Tanto su madre, como su profesor de tecnología e incluso el director de la escuela, consideran que el joven muestra un verdadero talento para el diseño, teniendo en cuenta su edad, y se muestran orgullosos de él.
"Cuando vino con la idea, al principio, tuve mis dudas, pero cuando demostró que podía hacerlo, lo alenté", comentaba su profesor Angus Gent, no sin añadir que el chico ha estado trabajando 2,5 horas a la semana en el proyecto durante los últimos 6 meses.
"Mi madre dice que el invento es brillante, aunque no me deja usarlo en mi habitación, porque le da miedo que me caiga del techo", confesaba el chico. "No me da miedo, confío completamente en la máquina", concluía.
"Cuando vino con la idea, al principio, tuve mis dudas, pero cuando demostró que podía hacerlo, lo alenté", comentaba su profesor Angus Gent, no sin añadir que el chico ha estado trabajando 2,5 horas a la semana en el proyecto durante los últimos 6 meses.
"Mi madre dice que el invento es brillante, aunque no me deja usarlo en mi habitación, porque le da miedo que me caiga del techo", confesaba el chico. "No me da miedo, confío completamente en la máquina", concluía.