El protón es un 4% más pequeño de lo que pensaban los científicos, según un experimento internacional que podría poner en entredicho una de las teorías fundamentales de la física cuántica, que intenta explicar lo infinitesimal. Este hallazgo de un grupo de 32 científicos presidido por Randolf Pohl, del Instituto de Óptica Cuántica Max Planck, en Alemania, es portada esta semana de la revista Nature. El protón es uno de los elementos del núcleo de los átomos, el corazón de la materia. Esta variación del 4% es importante, sobre todo porque el experimento se hizo con métodos diez veces más precisos que los anteriores.
Los científicos se quedaron pasmados: "No habíamos previsto que pudiera haber divergencias entre los valores conocidos y nuestras medidas", asegura Paul Indelicato, director del Laboratorio Kastler Brossel y coautor del artículo.
Los científicos usan siempre hidrógeno, el elemento más sencillo para estudiar en física cuántica: un electrón gira alrededor de un protón. Los otros átomos contienen múltiples electrones, protones y neutrones y son, por tanto, bastante más complejos.
Concretamente utilizaron hidrógeno muónico: sustituyeron su electrón por un muón, una partícula elemental cargada negativamente pero con una masa 200 (207) veces más importante que la del electrón. Es, por tanto, más cercano al protón y permite medidas más precisas que con el hidrógeno clásico usado anteriormente. "Ahora los teóricos retomarán las ecuaciones de electrodinámica cuántica y se harán otros experimentos para confirmar o invalidar nuestro descubrimiento. En dos años haremos otro experimento en el mismo aparato con helio muónico. Otro equipo trabaja con ion helio y sus resultados pueden aportar informaciones interesantes", anuncia Paul Indelicato.