Los científicos se quedaron pasmados: "No habíamos previsto que pudiera haber divergencias entre los valores conocidos y nuestras medidas", asegura Paul Indelicato, director del Laboratorio Kastler Brossel y coautor del artículo.
Los científicos usan siempre hidrógeno, el elemento más sencillo para estudiar en física cuántica: un electrón gira alrededor de un protón. Los otros átomos contienen múltiples electrones, protones y neutrones y son, por tanto, bastante más complejos.
Concretamente utilizaron hidrógeno muónico: sustituyeron su electrón por un muón, una partícula elemental cargada negativamente pero con una masa 200 (207) veces más importante que la del electrón. Es, por tanto, más cercano al protón y permite medidas más precisas que con el hidrógeno clásico usado anteriormente.
"Ahora los teóricos retomarán las ecuaciones de electrodinámica cuántica y se harán otros experimentos para confirmar o invalidar nuestro descubrimiento. En dos años haremos otro experimento en el mismo aparato con helio muónico. Otro equipo trabaja con ion helio y sus resultados pueden aportar informaciones interesantes", anuncia Paul Indelicato.
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