El genio camina de nuevo
En la Universidad de California han desarrollado un robot con la cara del físico Albert Einstein que ha aprendido a sonreír y a realizar otros gestos faciales de forma “autodidacta”.
En concreto la cabeza del robot tiene 30 “músculos”, algo menos que el rostro del ser humano, cada uno de los cuales se mueve con un pequeño motor independiente. La “piel” está hecha de un polímero elástico llamado Frubber, desarrollado por la empresa Hanson Robotics, que le aporta grandes dosis de realismo. Para “enseñarle” a Einstein-robot a expresar emociones con la cara, los investigadores, liderados por Javier Movellan, le colocaron un espejo delante con el fin de que analizase sus propias expresiones. Esto proporcionaba a la máquina los datos necesarios para “aprender” la relación entre los gestos y los movimientos de sus motores. Una vez establecidas estas relaciones, el robot consiguió desarrollar nuevos gestos para los que no había sido programado originalmente.
Los investigadores comparan su método con el balbuceo que precede en los niños al aprendizaje del habla. Balbuceamos para, a través de esos “juegos de garganta”, obtener información de cuáles son las consecuencias de nuestros movimientos en el mundo físico externo, por ejemplo los sonidos que emitimos. En el caso del robot, éste “balbucea expresiones hasta entender la cinemática de su propio rostro”, explicó Mavellan durante la presentación de su trabajo en la 2009 IEEE 8TH (INTERNATIONAL CONFERENCE ON DEVELOPMENT AND LEARNING).
Los científicos esperan que la cabeza androide de Einstein les ayude ahora a entender mejor como aprenden los niños las expresiones faciales.
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