Científicos de la Universidad Rice y HP informaron que pueden superar una barrera fundamental para continuar con la miniaturización de las computadoras que impulsó la revolución electrónica.
En los últimos años, las limitaciones de la física y las finanzas que enfrentaron los fabricantes de chips hicieron temer una desaceleración de la miniaturización que podría actuar como freno de la capacidad de dar cada vez más potencia a laptops, cámaras digitales y celulares.
Los nuevos anuncios, sin embargo, así como las tecnologías en que trabajan empresas como IBM e Intel, brindan esperanzas de que ese freno no se aplicará pronto.
En lo que constituye uno de los dos nuevos avances, investigadores de Rice informaron que lograron construir pequeños switchs digitales confiables –una parte esencial de la memoria– que podrían reducirse a una escala mucho menor de lo que es posible con los métodos convencionales.
Lo importante es que el avance es a base de óxido de silicio, uno de los componentes básicos de la industria de los chips de hoy en día, lo que facilitará el camino a la comercialización.
Estos chips almacenan sólo 1.000 bits, pero si la nueva tecnología cumple la promesa que estiman sus inventores, en cinco años esos chips podrían alcanzar la misma capacidad que los más grandes discos rígidos de hoy. El nuevo método se basa en filamentos muy delgados, de cinco nanómetros de ancho, más delgados de lo que la industria espera alcanzar para finales de la década usando técnicas estándar. El descubrimiento inicial fue hecho por Jun Yao, un investigador de posgrado de Raice, que dijo que se tropezó con el interruptor por accidente.
Por otra parte, HP anunciará esta semana que va a establecer una sociedad comercial con una compañía de semiconductores para producir tecnología que también tendrá la capacidad de llevar el almacenamiento a densidades astronómicas en los próximos diez años. HP y los científicos de Rice producen los llamados memristors, o resistores de memoria, que conservan información sin una fuente de energía.
Los anuncios son importantes. Indican que la industria puede encontrar una forma de preservar la validez de la Ley de Moore. La ley, que formuló en 1965 Gordon Moore, uno de los fundadores de Intel, observa que la industria tiene la capacidad de duplicar la cantidad de transistores que pueden imprimirse en una oblea de silicio cada dieciocho meses.
Lo importante es que el avance es a base de óxido de silicio, uno de los componentes básicos de la industria de los chips de hoy en día, lo que facilitará el camino a la comercialización.
Estos chips almacenan sólo 1.000 bits, pero si la nueva tecnología cumple la promesa que estiman sus inventores, en cinco años esos chips podrían alcanzar la misma capacidad que los más grandes discos rígidos de hoy. El nuevo método se basa en filamentos muy delgados, de cinco nanómetros de ancho, más delgados de lo que la industria espera alcanzar para finales de la década usando técnicas estándar. El descubrimiento inicial fue hecho por Jun Yao, un investigador de posgrado de Raice, que dijo que se tropezó con el interruptor por accidente.
Por otra parte, HP anunciará esta semana que va a establecer una sociedad comercial con una compañía de semiconductores para producir tecnología que también tendrá la capacidad de llevar el almacenamiento a densidades astronómicas en los próximos diez años. HP y los científicos de Rice producen los llamados memristors, o resistores de memoria, que conservan información sin una fuente de energía.
Los anuncios son importantes. Indican que la industria puede encontrar una forma de preservar la validez de la Ley de Moore. La ley, que formuló en 1965 Gordon Moore, uno de los fundadores de Intel, observa que la industria tiene la capacidad de duplicar la cantidad de transistores que pueden imprimirse en una oblea de silicio cada dieciocho meses.
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