Hace poco veíamos a HRP-4C, la robot que además de modelar y cantar ahora también había aprendido a bailar y, de hecho, muchos de ustedes, así como yo, se quedaron verdaderamente sorprendidos con esta creación de la gente del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Avanzada de Japón. Esta vez el amigo cableado que les presentaré no hace ninguna de las tareas que realiza HRP-4C pero lo que hará es jugar a la perfección al bowling.
Les presento a EARL (Enhanced Automated Robotic Launcher) que se trata de un brazo robótico que puede ser programado para tirar una y otra vez y puede lanzar bolas desde los 16 hasta los 38 kilómetros por hora y puede girar bolas desde las 50 hasta las 900 revoluciones por minuto (mucho, mucho más de lo que lo puede hacer un ser humano).
EARL reemplazará a Harry, un robot que utilizó anteriormente la asociación de bowling estadounidense desde el año 1999 pero que recientemente se retiró. Lo bien que estaría que Harry y EARL se batieran a duelo, ¿verdad? Pero esto no se hace solamente por placer, sino que hay un motivo detrás. El robot juega al bowling y va recolectando información que después sirve para medir y modificar las reglas del juego y el diseño del equipamiento como las líneas, las bolas e incluso los pinos.
Ayer EARL fue presentado al público y al parecer tiene un ratio bastante bueno. Fue mostrado en el Museo Internacional de Bowling en Texas donde jugó contra una estrella mundial en el deporte llamado Chris Barnes.
Así que ya sabes con quién podrás ir a jugar en el futuro si tus amigos tomaron demasiada cerveza y ya no pueden ni siquiera hacer girar la pelota.
Fuente
jueves, 21 de octubre de 2010
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