Unos investigadores de la Universidad McGill de Montreal, Quebec, Canadá, han presentado un estudio que sugiere que los navegadores GPS pueden tener efectos negativos sobre la función cerebral, especialmente en el hipocampo, que participa en los procesos de memoria y navegación. Hay dos formas principales de navegación: la navegación espacial ó la navegación por la respuesta de métodos de estímulo (navegadores ó rutinas). La navegación espacial utiliza señales visuales para desarrollar mapas cognitivos que nos permiten saber dónde estamos y cómo llegar a donde queremos ir. El segundo método se basa en viajar por la ruta más eficiente que repetimos una y otra vez, como si se tratara de un piloto automático. Este segundo método nos resulta más familiar, sobre todo a los que utilizamos el GPS. Pero..
Se han efectuado exploraciones de Imágenes por Resonancia Magnética (MRI) a personas adultas que utilizan el GPS y otras personas que no lo usan. Los sujetos acostumbrados a navegar por medio espacial tenían una mayor actividad y un mayor volumen de materia gris en el hipocampo (una de las principales estructuras del cerebro humano que se encuentra en el interior de la parte medial o interna del lóbulo temporal, bajo la superficie cortical, y desempeña principalmente funciones importantes en la memoria y el manejo del espacio), que los usuarios acostumbrados a utilizar y confiar en el GPS. (Las técnicas de neuroimagen aplicadas al cerebro muestran que las personas tienen un hipocampo más activo cuando se orientan correctamente, como se ha comprobado mediante tareas de orientación en un entorno virtual. No obstante también existen pruebas de que el hipocampo desempeña un papel en la actividad de encontrar atajos y nuevas rutas entre lugares familiares. Por ejemplo, los taxistas de Londres deben aprender un gran número de lugares y las rutas más directas entre ellas, y tienen que demostrarlo superando un estricto examen, conocido como "The Knowledge" antes de obtener la licencia para conducir los famosos black cabs).
El hipocampo se cree que interviene en la memoria y en la navegación en procesos tales como la capacidad de encontrar nuevas rutas e identificar los atajos. Es una de la primeras áreas del cerebro que pueden verse afectadas por la enfermedad de Alzheimer, que se traduce en pérdida de memoria y dificultades de orientación espacial. Un anterior estudio realizado por la University College London mostró que los taxistas londinenses que habían pasado tres años aprendiendo el camino alrededor de Londres por métodos espaciales en lugar de GPS, su hipocampo era más grande que un grupo de conductores de taxis que preferían usar el GPS. (Aún se debe elucidar si el tener un hipocampo mayor contribuye a que un individuo se convierta en taxista, o a encontrar atajos en la vida que haga que crezca su hipocampo.)
La neurocientífico Veronique Bohbot de la Universidad MacGill dice que los resultados de este estudio sugieren que el uso de la memoria espacial regular puede mejorar la función del hipocampo y puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo a medida que envejecemos. Así que ya sabes, amable internauta, no abuses de tu GPS y fíate un poco más de tu intuición y si usas el navegador para ir a un lugar, por lo menos represa usando tu memoria para encontrar el camino de vuelta. Los mapas de construcción cognitiva requieren tiempo y esfuerzo, pero recuerda que si no usas el hipocampo puedes perderlo, o lo que es lo mismo puede aparecer la enfermedad de Alzheimer cuyos primeros síntomas son los problemas de memoria y desorientación, aunque el daño al hipocampo también puede llevar a situaciones de hipoxia, encefalitis o epilepsia del lóbulo temporal.
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sábado, 20 de noviembre de 2010
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