Los rumores más grandes de todos indicaban a que las nuevas iMac tendrían pantallas táctiles pero, lamentablemente y a diferencia del que hablaba del Magic Trackpad, este no fue más que mentira. Lo único nuevo que se puede ver en la presentación es una actualización en el ordenador.
Una de las más interesantes de todas es que ahora toda la línea de iMacs tendrá procesadores de última tecnología. Los modelos más baratos integrarán un Intel Core i3, los medios un Intel Core i5 y los de gama alta un Intel Core i7. Y si bien los procesadores cambiaron las medidas de las pantallas (de 21.5 pulgada y de 27 pulgadas) seguirán siendo las mismas.
De ahora en adelante no habrá ningún modelo con menos de 4GB de memoria RAM y las diferentes opciones que se pueden elegir irán hasta con 16GB (que placer hombre). La gráfica no se queda atrás. Ahora los diferentes ordenadores de escritorio tendrán placas de video ATI que irán desde la Radeon HD 4670 hasta la 5750 con 1GB de VRAM.
Una de las adiciones más interesantes de todas es que vendrá con la posibilidad de adquirir iMac con doble disco. Uno de los discos será HDD y el otro SSD. De esta manera podremos guardar la información que más utilicemos en el disco SSD y además instalar el sistema operativo. Así cargará notablemente más rápido (sabemos que los SSD con mucho más veloces que los convencionales).
Las nuevas ATI mejoran mucho la capacidad de manejo gráficos que tendrá. Por ejemplo la Radeon HD 4670 tiene un rendimiento mayor a la anterior NVIDIA GeForce 9400M y tanto los videojuegos como por ejemplo la edición de video será un verdadero placer bajo estas condiciones.
¿Qué faltó? Nos quedamos con las ganas de tener una pantalla táctil y de poseer los nuevos puertos USB 3.0 que convertirían la transmisión de información en una práctica notablemente más veloz.
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