El primer canal público ARD ya está presente en ese sector. En otras partes del continente europeo, TF1 y France Télévisions, así como la BBC, ya están en el mercado.
En teoría, los telespectadores equipados pueden responder a sondeos mientras siguen los informativos, consultar las recetas de un programa de cocina e incluso recomendar programas en redes como Facebook. Todo sin moverse de su sillón.
Los fabricantes no se quedaron atrás. Tanto Samsung como Sony y Sharp rivalizan en Berlín para presentar televisores conectados.
Los gigantes de las altas tecnologías sacaron la artillería pesada. Esta semana, Apple anunció una baja importante del precio de su caja Apple TV, mientras corren rumores sobre los proyectos del vendedor en línea Amazon.
Por su parte, Google se lanzó a la arena desde mayo pasado.
Las ofertas "surgen como hongos", explicó a la AFP Mathias Birkel, de la compañía berlinesa de asesoramiento estratégico Goldmedia.
Se creó un consorcio de fabricantes y cadenas de televisión francesas y alemanas para la adopción de un formato técnico único en Europa, el HbbTV.
De acuerdo con Birkel, en una primera etapa los telespectadores consultarán a través de internet programas televisados, una especie de versión mejorada del actual teletexto.
Después, la conexión internet permitirá mirar con una hora de diferencia su serie preferida, o ver filmes de pago.
Otra aplicación posible es la fusión entre la "telecompra" y el "comercio electrónico".
Sin embargo, ningún experto cree que el televisor llegue a reemplazar a la computadora, entre otros motivos porque las posibilidades de un mando a distancia son muy escasas con respecto a las de un teclado y un ratón.
"Superponer una aplicación internet a un programa televisado puede ser tan desagradable como tener a alguien parado delante de la pantalla. Si una familia entera se pone a comentar un programa en las redes sociales de internet, es probable que no quede mucho espacio en la pantalla", señaló la empresa de consultores Deloittte en un reciente estudio.
La hora de la televisión totalmente interactiva todavía no ha llegado. "Los telespectadores quieren permanecer un poco pasivos. Desean descansar luego de una jornada de trabajo, sin tener que organizar ellos mismos el programa", advierte Birkel.
En teoría, los telespectadores equipados pueden responder a sondeos mientras siguen los informativos, consultar las recetas de un programa de cocina e incluso recomendar programas en redes como Facebook. Todo sin moverse de su sillón.
Los fabricantes no se quedaron atrás. Tanto Samsung como Sony y Sharp rivalizan en Berlín para presentar televisores conectados.
Los gigantes de las altas tecnologías sacaron la artillería pesada. Esta semana, Apple anunció una baja importante del precio de su caja Apple TV, mientras corren rumores sobre los proyectos del vendedor en línea Amazon.
Por su parte, Google se lanzó a la arena desde mayo pasado.
Las ofertas "surgen como hongos", explicó a la AFP Mathias Birkel, de la compañía berlinesa de asesoramiento estratégico Goldmedia.
Se creó un consorcio de fabricantes y cadenas de televisión francesas y alemanas para la adopción de un formato técnico único en Europa, el HbbTV.
De acuerdo con Birkel, en una primera etapa los telespectadores consultarán a través de internet programas televisados, una especie de versión mejorada del actual teletexto.
Después, la conexión internet permitirá mirar con una hora de diferencia su serie preferida, o ver filmes de pago.
Otra aplicación posible es la fusión entre la "telecompra" y el "comercio electrónico".
Sin embargo, ningún experto cree que el televisor llegue a reemplazar a la computadora, entre otros motivos porque las posibilidades de un mando a distancia son muy escasas con respecto a las de un teclado y un ratón.
"Superponer una aplicación internet a un programa televisado puede ser tan desagradable como tener a alguien parado delante de la pantalla. Si una familia entera se pone a comentar un programa en las redes sociales de internet, es probable que no quede mucho espacio en la pantalla", señaló la empresa de consultores Deloittte en un reciente estudio.
La hora de la televisión totalmente interactiva todavía no ha llegado. "Los telespectadores quieren permanecer un poco pasivos. Desean descansar luego de una jornada de trabajo, sin tener que organizar ellos mismos el programa", advierte Birkel.
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