martes, 20 de julio de 2010

Resuelven un asesinato gracias a un robot de la NASA

Dawn Sanchez se metió en el coche de su novio Bernard Bass por última vez en el año 1991. Al parecer, tuvieron una discusión muy fuerte y, según algunos testigos su novio le disparó en medio de un descampado. El problema era que no había ninguna prueba que apoyara esta afirmación: no aparecía el cuerpo, ni el coche ni la pistola usada. Nada. ¿El crimen perfecto? Sin duda fue un caso difícil.


Descubre el papel que jugó el robot de la NASA en la resolución del crimen, tras el salto. Reciente, un informante dijo que el coche podía haber sido desmontado y enterrado en un lugar abandonado. Sin embargo, la ubicación exacta se desconocía y el coste de excavar toda la zona era muy alto. Además, por si esto fuera poco el terreno tenía deshechos metálicos tanto en la superficie como enterrados, por lo que un detector de metales clásico no valdría para buscar un coche en este lugar (ya que detectaría todos los metales sin distinguirlos). Así, decidieron usar un robot Senseta MAX 5.0A de la NASA para que analizara el entorno magnético del terreno sospechoso de albergar el coche, por lo que tras analizar los datos obtenidos por el robot, obtuvieron una serie de posibles zonas donde podrían estar las piezas del coche. Tras las excavaciones aparecieron las piezas de un coche que coincidían con las del presunto asesino. De esta forma, con esta evidencia, Bernard fue detenido y condenado a 6 años de cárcel por homicidio.




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