jueves, 11 de noviembre de 2010

Llega el pegamento electrostático: Puede mantener adheridos objetos de 1.000 kilos

Desde hace algún tiempo se está experimentando con una forma de adherencia llamada “electroadhesión”. A diferencia de todos los pegamentos conocidos, esta forma de adhesión se basa en el uso de las fuerzas electrostáticas, puede ser aplicado sobre cualquier tipo de superficie y -lo mejor de todo- puede ser activada y desactivada mediante un interruptor.
Electroadhesión es el término utilizado por los científicos para explicar el efecto electrostático de adhesión que tiene lugar cuando se enfrentan dos superficies que se encuentran sujetas a un campo eléctrico. Cuando esto ocurre, las cargas eléctricas acumuladas en ambas superficies se atraen entre sí, originando una fuerza cuya intensidad depende de la distancia entre las superficies en cuestión y la cantidad de carga disponible. La humanidad conoce este efecto desde hace siglos -fue la rama del electromagnetismo que primero se desarrolló- y sus versiones más rudimentarias pueden remontarse unos 600 años antes de nuestra era, cuando el filósofo griego Tales de Mileto pasaba sus tardes frotando un trozo de la resina vegetal fósil llamada ámbar para ver como adquiría la propiedad de atraer pequeños objetos.

Uno podría creer que una tecnología que posee 2.600 años de historia sobre sus espaldas debería utilizarse en muchas aplicaciones cotidianas. Sin embargo, esto no es así. Dejando de lado algunos usos bastante específicos, como mantener en su lugar el papel sobre las superficies de impresión de un plotter, prácticamente no puede encontrarse en el mercado un producto que “se pegue” a cualquier superficie mediante la electroadhesión.


Garras robóticas
Buscando un poco por la red es posible encontrar algún pedido de patente sobre este concepto que data al menos de mediados de la última década del siglo pasado. Y en 2008, los sitios de noticias que suelen dar cuenta de los últimos avances relacionas con la robótica o la alta tecnología nos informaron sobre un robot trepador puesto a punto por la empresa SRI International. Esta empresa, a pesar de que no parece haber tenido mucho éxito comercial con sus robots “pegajosos”, ha decidido insistir con el concepto de la electroadhesión aplicado a productos de consumo, y ha puesto a punto una especie de “mano” capaz coger cualquier objeto simplemente haciendo que este se “pegue” a ella.



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