Se trata de una serie de rocas volcánicas de la isla Baffin, ubicada en el Ártico canadiense, descubierto por un grupo de expertos del Departamento de Magnetismo Terrestre la los Institutos Carnegie.
Estas rocas de 60 millones de años no son tan antiguas -comparadas con otras-, pero su valor está en que tienen las pruebas de que debajo de esa zona, existe una región que ha sido capaz de soportar miles de millones de años de actividad geológica sin sufrir modificaciones.

“Se trata de un periodo clave en la formación de la Tierra. Ahí se preparó el escenario para todo lo que vendría después. El manto primitivo que hemos identificado debería ser la fuente última de todos los magmas y los diferentes tipos de rocas que podemos ver en la Tierra actual”, expresó Richard Carlson, participante de la investigación.
Asimismo, los especialistas descubrieron que en las rocas volcánicas de la isla Baffin hay una elevada proporción de Helio-3, que el manto que hay debajo aún mantiene, a diferencia de otras reservas originales de este elemento.
Esta conclusión fue confirmada tras tomas muestras de lava. Así se estableció que el manto subyacente tiene una data de 4.550 y 4.450 de millones de años.
Ahora falta definir por qué este fragmento de Tierra ha logrado sobrevivir intacto a la intensa actividad geológica.
0 comentarios:
Publicar un comentario