lunes, 4 de octubre de 2010

Bicicleta eléctrica que funciona a base de una mezcla hecha con agua

Buscar nuevas formas de brindar energía a diferentes tipos de dispositivos (ya sean pequeños gadgets que utilizamos para escuchar música, hablar por teléfono o medios de transporte) es una de los ámbitos en los que el mundo tecnológico está más inmerso. Sabemos perfectamente que el que logre dar con una forma de energía renovable y lo suficientemente potente dará con una pepita de oro que podría salvar a cualquier compañía.
Esta vez la gente de Signa presentó una bicicleta impulsada a través de la electricidad que funcionará unos 100 kilómetros con una sola carga y si esto ya te parece lo suficientemente interesante si te digo que su combustible será el agua ya te quedarás con la boca abierta.
La realidad es que la bicicleta en sí es simplemente un disfraz para mostrar la tecnología que utiliza. El vehículo usa celdas con siliciuro de sodio en polvo y a esto se le agrega agua para que cree instantáneamente gas de hidrógeno. Después este hidrógeno justamente será utilizado para generar electricidad y como el hidrógeno no es almacenado las celdas son completamente seguras. Por otra parte, si hay un exceso de electricidad esa energía se almacenará en baterías para tener un extra cuando, por ejemplo, estés subiendo una colina. Los cartuchos son intercambiables en uso (no es necesario dejarlos enfriar como otras celdas) y además completamente reciclables.
Justamente una de las principales ventajas, además de la seguridad que brinda esta tecnología, es la posibilidad de cambiar estas baterías en cualquier momento que sea necesario en vez de tener que parar durante un rato para recargarla y como pesan 680 gramos transportar 2 o 3 no será un problema. Otro de los beneficios es la cantidad que se podrá viajar con una carga. Las utilizadas actualmente funcionan entre 30 y 50 kilómetros y esta aproximadamente 100.


Las unidades que se están utilizando en la actualidad pueden brindar desde 1Watt hasta 1Kilowatt así que la finalidad de este proyecto no es impulsar bicicletas sino vehículos mucho más grandes. Sin duda ir a una estación de combustible y armar una mezcla como si se tratara de jabón para lavar la ropa, ponerla en nuestro carro y salir andando como si fuera lo más normal del mundo es, al menos, curioso e interesante. Actualmente los encargos de las baterías de Signa ya están siendo aceptadas aunque lo más seguro es que no te interese demasiado porque la bicicleta que ves en la fotografía es solamente una prueba y no está todavía a la venta.


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