
"La experiencia de conducción es surrealista", dijo Tony, "Se pone en marcha al instante y la aceleración es silenciosa y constante de manera que supera el tráfico urbano. Escomo andar en una alfombra mágica."
Este éxito ha llevado a Tony Danger Coiro a co-fundar el Purdue Electric Vehicles Club con sus amigos Jim Danielson (ingeniería eléctrica e informática) y Sean Kleinschmidt (ingeniería mecánica), dos estudiantes de segundo año de los suburbios de Chicago, que conoció en un campamento de verano y junto con los que convirtió un Porsche 924S de 1987 que compraron por 550 dólares (398 euros) en un vehículo eléctrico. Kleinschmidt desarrolló las baterías (aprovechando sus conocimientos de una pasantía de verano en Tesla) y Danielson (que también pasó un verano en el departamento de desarrollo de Electro-Motive Diesel) diseñó el motor eléctrico.

"Mi sueño cuando me gradúe", dijo Tony Danger Couro, "es crear una compañía para el desarrollo de vehículos eléctricos. El petróleo no es la oferta infinita, por lo que tenemos que ir a otra fuente de energía de cara al futuro, ya sea fusión o fisión nuclear, solar o eólica, pero que cargue el vehículo eléctrico fuera de la red."
Es una lástima de Tony y su Purdue Electric Vehicles Club no tengan un espacio en el Salón de Automóviles de París 2010 que dió comienzo ayer 2 de octubre y permanecerá hasta el 17 de octubre, aunque solo sea como mensaje al mundo para acelerar un proceso que ya se ha iniciado, que no tiene vuelta atrás, y que nos proporcionará un planeta más limpio y seguro.
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